Para mí, el yoga, principalmente y ante todo, es una práctica para la mente.
Contrario a lo que muchos creen, yoga no es sólo hacer posturas locas con el cuerpo, pararse de manos o ponerse los pies detrás de la cabeza tipo Circo del Sol.
El Yoga como disciplina, se compone de muchas herramientas o técnicas prácticas que nos enseñan a dominar todos los aspectos de nuestras vidas para lograr el éxito y la realización de nuestro máximo potencial.
“Es un conjunto de 8 técnicas que sin son aplicadas de forma práctica y perseverante, desarrollan un estado ideal de plenitud en el individuo” Patanjali.
En su sentido más básico, es una disciplina práctica que realizamos para ayudarnos a permanecer anclados con consciencia en el presente, calmar la mente y liberarla de sufrimientos, limitaciones y juicios, para descubrir nuestro verdadero potencial.
Para no extenderme con conceptos que quizás te suenen profundos, te voy a hablar de las 3 herramientas del yoga más conocidas y que más me han ayudado a lo largo de estos años de práctica:
Prana es energía vital / Yama es dominio, por lo tanto, “pranayama” se refiere al dominio de nuestra energía vital, el oxígeno que respiramos. Nuestra fuente directa de energía y vitalidad es la respiración. Cuando dominamos de forma consciente nuestra respiración, nos mantenemos anclados en el momento presente y podemos calmar la mente y nuestros pensamientos.
La respiración está en conexión directa con nuestro sistema nervioso, por ende también afecta nuestras emociones. Si tenemos miedo, la respiración se hace superficial, se acelera y se entrecorta. El sistema se prepara para el ataque y el sistema nervioso parasimpático se bloquea. Si por el contrario, algo nos alivia, respiramos profundamente y despacio.
Pedro Luis Otero en su libro ·El Yoga del Éxito· afirma que “Podemos modificar nuestro estado emocional cambiando conscientemente la forma de respirar”. Así que cuando sientas ansiedad, angustia, ira o vayas a tomar una decisión importante: tómate el tiempo antes de respirar profundo y calmar tu sistema nervioso. Podrás pensar mejor antes de actuar.
Nuestra vida es el reflejo de la calidad de nuestra respiración; si vivimos una vida agitada con estrés, lo más seguro es que nuestra respiración sea corta y rápida y de igual forma será nuestra vida (corta y rápida). Si por el contrario, nos enfocamos en respirar más y mejor, prolongando y profundizando nuestra respiración, prolongaremos también nuestros años de vida.
Hay muchos ejercicios de respiración, pero te invito desde ya a aplicar la respiración consciente, haciéndola más profunda y lenta en cualquier actividad cotidiana que hagas en automático como: cocinar, lavar los platos, manejar, ver tv, planchar, doblar la ropa, pintar, etc.
“Cuando entendemos que necesitamos mirar nuestras vidas con otros ojos, mover el cuerpo en distintas formas y posturas nos ayudan a cambiar de perspectivas y entender nuestras emociones” Eddie Stern.
La práctica de posturas físicas va ligada directamente con la respiración consciente, la mente está en el presente cuando sincronizamos respiración y movimiento.
Nuestros órganos, emociones, patrones de pensamientos y temperamento están interconectados. Al trabajar con nuestro cuerpo, trabajamos con nuestra mente, corazón y emociones al mismo tiempo
Los beneficios para la salud son infinitos: mejora la concentración, reduce el estrés y la ansiedad, desintoxica y limpia el organismo, fortalece el cuerpo y la mente. Liberamos bloqueos energéticos y mentales, estimulamos la secreción de serotonina (hormona del bienestar). Nuestros cuerpos reflejan actitudes mentales y nuestras mentes se reflejan a través de nuestra postura. Cambiar la forma del cuerpo automáticamente cambia la forma de nuestra mente, de nuestra actitud y nuestra voluntad, porque el cuerpo y la mente son una continuidad.
“Si durante nuestras posturas de yoga, logramos desarrollar la habilidad de respirar profundo, calmarnos internamente y silenciar la mente, estaremos desarrollando la habilidad del Yoga, la cual podremos aplicar en cualquier situación de crisis en nuestras vidas, alcanzando la paz interna que todos anhelamos” Pedro Luis Otero.
“Meditar es practicar la atención sin interrupciones hacia un objetivo pero dejando atrás el uso de la mente”.
Usamos esta herramienta principalmente para calmar la mente y tratar de darle una pausa a los pensamientos que se generan sin parar y sólo observarlos sin engancharnos con ellos ni juzgarlos. Sentir y observar en silencio.
La puerta de entrada a la meditación es la respiración consciente.
Miriam Subirana, doctora de la Universidad de Barcelona, escritora de mindfulness, asegura que “A largo plazo, la práctica continuada de ejercicios de meditación contribuye a afrontar mejor los retos de la vida, superar las crisis con mayor fortaleza interior y ser más nosotros mismos bajo cualquier circunstancia”.
A través de la meditación desarrollamos la habilidad de dominar nuestra atención para poder realizarnos con aquello que queremos manifestar en nuestra vida. Podemos visualizar aquello que deseamos ser, hacer o tener, y vibrar con esa energía de felicidad que sentimos en nuestro corazón con aquello que estamos visualizando.
Para comenzar a meditar, sólo debes sentarte en un lugar tranquilo, cómodo, cerrar los ojos, y centrar tu atención en la respiración. Deja pasar los pensamientos, si te distraes, regresa otra vez a tu respiración. Puedes contar mentalmente 4 tiempos para inhalar y 4 tiempos para exhalar. Pon una alarma de 5-10 minutos y no te juzgues ni te forces, poco a poco, con práctica, se te hará cada vez más fácil.
En resumen, la práctica de Yoga tiene muchas herramientas que podemos usar y aplicar en nuestro día a día para tener bienestar, salud, ser mejores personas, desarrollar nuestro máximo potencial y alcanzar el éxito y la libertad en todos los aspectos de nuestra vida.
La libertad en yoga es la experiencia de una auto-conciencia que no depende de circunstancias externas, sino que es una felicidad interna. "Es la felicidad de estar en calma y saber quién eres en todo momento y en todas las circunstancias”.
“Un sistema inmune fuerte está ligado a una mente positiva, calmada, adaptable, llena de gratitud y preparada para manejar situaciones de estrés”.
Ser Yogui es ser libre de pensamiento y juicios. Tus creencias no deben limitarte ni juzgar a otros que no tienen las mismas creencias que tu. Independientemente de tu espiritualidad o religión, si lo que crees te ayuda a estar en calma, controlar tu mente, experimentar a tu Dios - Creador interior innato y amar a todos, entonces estás en el camino correcto.
Si por el contrario, tus creencias te alejan de otras personas, te llevan a liderar peleas, críticas, odio, desatar ira, juzgar a los demás o a ti mismo, entonces estás lejos del camino del bienestar y la vida plena.
Te invito a probar las herramientas de esta maravillosa práctica. Si quieres iniciarte y experimentar, escríbeme!
Bea
Genial, he aprendido a involucrar varias de estas practicas en mi rutina diaria y me siento increíblemente fuerte de mente y en paz.